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Dramático pedido de los trabajadores de La Reforma

Trabajadores del diario La Reforma manifestaron en su edición de hoy la difícil situación por la que atraviesan. Recién cobraron una suma menor, “correspondiente a febrero, y del medio aguinaldo de diciembre no tenemos ni noticias”. El escrito forma parte de la tapa de su edición de papel y allí detallan que la situación incluye también a directivos de la empresa, que tampoco estarían percibiendo sus haberes con regularidad, si bien les piden “respuestas concretas y contundentes de quienes son nuestros empleadores, que deben estar a la altura de las circunstancias para evitar que el conflicto se profundice.”.
Texto completo:

Hemos tratado de capear el temporal. Hemos puesto lo mejor de cada uno de nosotros para disimular la situación, hemos esperado un tiempo más que prudencial para que la situación se revierta, pero las fuerzas se van acabando, el enojo va ganando terreno, la vida se está encareciendo y las respuestas no llegan.

No hablamos de paritarias ni de negociaciones salariales, planteamos simplemente que la empresa La Reforma SRL debe cumplir con los compromisos asumidos con sus trabajadores, que simplemente reclamamos lo que nos corresponde. Los empleados de éste diario venimos todos los días a cumplir con nuestra tarea, no importa si hace calor, llueve o está frío. Acá estamos, sin excusas, ni pretextos
Al momento de redactar éstas líneas (21 de marzo), sólo hemos recibido seis mil pesos ‘a cuenta’ de nuestros salarios correspondiente a febrero, y del medio aguinaldo de diciembre no tenemos ni noticias. Casi que es mejor no tenerlas, porque cuando alguien pregunta por eso, la respuesta que recibe del otro lado es contundente y exime de comentarios: “No hay plata”, te dicen.
A muchos de nosotros se nos está haciendo muy difícil vivir así. Alquileres, tarjetas de crédito, servicios y cada uno de los compromisos tienen fecha de vencimiento durante los primeros días de cada mes y no podemos hacer frente a casi nada de eso. Muchas veces atendemos el teléfono (el que no lo tiene cortado) sabiendo que desde el otro lado de la línea alguien te invitará, seguramente con un tono de voz muy amable, a que pagues una cuenta que ha quedado pendiente. ¿Cómo explicás vos que no pagás porque no cobrás en tiempo y forma?
El salario dignifica y esta situación a veces nos hace sentir indignos, más allá que sepamos que no somos para nada responsables de lo que está pasando. No queremos, ni merecemos, pasar por esto.
A nuestros amigos lectores, a fines de diciembre les contamos cual era la situación por la que estábamos atravesando, y hoy tenemos que decirles que no sólo no mejoramos, sino que estamos bastante peor, que la luz al final del túnel se ha tornado imperceptible y que nos resulta cada vez más complejo elevar nuestro ánimo.
Se suceden asambleas y reuniones. Reconocemos que la situación muchas veces nos lleva a desenfocarnos de nuestro trabajo. Estamos todos preocupados, porque más allá de la puerta del edificio de éste diario hay un mundo que enfrentar y obligaciones que cumplir.
Como ya dijimos antes, esto no es nuevo. Pasó a principios de los 2000 y verdaderamente nunca se terminó de acomodar el carro. Pese a todo, el más de medio centenar de personas que formamos parte de ésta empresa en carácter de empleados hemos puesto el hombro. Hemos puesto y seguimos poniendo el lomo y también cosas materiales propias para cumplir con la tarea, porque antes que nada queremos ofrecer un buen producto y que las constantes limitaciones con las que nos encontramos diariamente no sean una excusa.
Queremos a nuestra empresa, luchamos diariamente por ella, aún cuando sus propios dueños reconocen en ciertas oportunidades que no saben que hacer. Debemos reconocer que nunca se ha perdido el diálogo, que se charla y hasta se discute sobre situaciones puntuales, pero las palabras ya no alcanzan, se necesitan más hechos, más acciones, se necesita con urgencia empezar a ver resultados. Esto ya lo saben el director periodístico Arnaldo ‘Nucho’ Matilla -quien dicho sea de paso, tampoco ha cobrado su salario los dos últimos meses y se le adeuda parte de otros dos del año pasado, más el medio aguinaldo-, el gerente Ignacio ‘Iñaqui’ Matilla, Sebastián Arana (que representa a otra parte de la sociedad) y el contador Rubén Ricardo Formarelli, quien hace una década que está al frente de la administración de la empresa.
Este escenario oscuro por el que estamos atravesando nos hace pensar que quizá no sea una cuestión coyuntural, sino que el futuro laboral de cada uno de nosotros es muy incierto. En ese marco, los trabajadores debatimos, algunos ya muy cansados quieren llevar la situación de la protesta al extremo, otros quieren ser más cuidadosos y graduales, pero ya nadie duda respecto a que se aproxima un plan de lucha que va a incluir medidas de acción directa como, por ejemplo, un paro de actividades.
Una vez más los trabajadores de La Reforma ponemos de manifiesto que estamos dispuestos a defender a muerte nuestra fuente de trabajo, porque La Reforma ya no es sólo de los dueños, ni de los socios. La Reforma es Pico, es el diario de La Pampa y no queremos, ni vamos a dejar que se muera.
Como también dijimos en diciembre, la lucha está planteada, nada se asegura, ni nada se descarta. Los trabajadores de La Reforma estamos esperando respuestas concretas y contundentes de quienes son nuestros empleadores, que deben estar a la altura de las circunstancias para evitar que el conflicto se profundice.
Los trabajadores de La Reforma