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Crónica de un siniestro anunciado

La  Municipalidad de Santa Rosa informó, con bombos y platillos, el lunes pasado que “esta mañana se completó exitosamente la obra de reemplazo de un antiguo y deteriorado tramo de cañería cloacal de asbesto-cemento situado sobre la calle Neuquén entre La Rioja y Raúl B. Díaz, por nuevos tubos de PVC de 315 mm.

En total se reemplazaron 120 metros de cañería, realizando también la reparación y reconexión de todas las acometidas domiciliarias del tramo”.

A juzgar por el texto el problema cloacal que afecta a esa zona estaba solucionado.

Sin embargo, alertados por los vecinos este diario realizó una recorrida y el panorama 100 metros al oeste e idéntica distancia al norte de la esquina promocionada presentaban un panorama por demás alarmante.

La esquina de Neuquén y La Rioja presentaba barro putrefacto, originado por una enorme pérdida cloacal que fluía de un cráter en el pavimento de La Rioja y Río Negro.

Y en la calle Río Negro, casi Raúl B. Díaz había un par de cráteres más, señalizados apenas, al costado de la dependencia policial que allí está asentada.

Era cuestión de tiempo para que finalmente ocurriera algún siniestro en este lugar y anoche quedó imposibilitado de continuar el automóvil de un vecino que acertó circular por esa arteria (foto central de esta nota). A pesar de no ser responsable por la rotura de su vehículo, el vecino debió oblar el correspondiente servicio de una grúa privada, para poder rescatar a su automóvil.