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“De buchón a oligarca”

Si algunos se habían sorprendido con la foto donde se veía a Raúl Aragonés caminando junto a Carlos Mac Allister y Martín Maquieyra por un barrio de General Pico, ahora directamente les termina de cerrar el círculo, con una toma similar, con los dos referentes macristas, pero esta vez con otro Aragonés: Carlos.

El macrismo pampeano parece agrandar la grieta de su credibilidad, y mientras siguen prometiendo el cambio, muestran que sus intenciones son otras y que están dispuestos a borrar con el codo lo que juraron harían desde el poder. Cambiemos decidió sacar a la luz la relación que mantiene con uno de los personajes más cuestionados de la política pampeana.

Cada vez más lejos están los tiempos que en “El Padrino”  píquense hacía ley su palabra dentro del partido fundado por Juan Domingo Perón. Siempre le adjudicaron el mote del padrinazgo, por considerarlo el mentor de Rubén Marín.

Fue justamente mientras el actual titular del PJ pampeano ostentó la totalidad del poder político cuando mejor le fue al clan Aragonés. Sobre todo a través de la Fundación “Eva Perón” a través de la cual se bajaba importante ayuda social para los carenciados del norte provincial. El tiempo pasó y por motivos aún por dilucidar hoy Aragonés habla pestes de su “ahijado” Marín. Sin embargo, hay quienes aseguran que si a la fecha todavía no estaba clara la desvinculación en los papeles partidarios es porque el actual presidente del PJ seguía con esperanzas de retenerlo en el PJ.

“Fue delegado normalizador del Partido Justicialista por 10 años (1975/1985), fue presidente del PJ durante el periodo 1983/1985, integró distintos cargos años posteriores, reemplazó a Carlos Verna cuando el actual senador nacional ganó la interna contra Rubén Marín. Ante la renuncia de este último como titular del PJ, Verna queda a cargo del partido y tras el derrocamiento de Juan Carlos Tierno en Santa Rosa, Verna dimitió al cargo de presidencia y nuevamente, Aragonés, accede como máximo responsable de la conducción partidaria”, rememoró en alguna oportunidad el Diario La Reforma. La última vez que estuvo en el cargo, debió entregar el mando al actual titular del PJ, Rubén Marín. También fue diputado nacional, en los 70

En los currículums vitae que le hacen sus detractores, aseguran que supo tener aceitados vínculos, a mediados de los 70, con la siniestra organización derechista Triple A. También le atribuyen relaciones cercanas con algunos integrantes de la dictadura militar que asoló al país entre 1976 y 1983. A modo de ejemplo sirva citar que mientras él aseguró, en la primera parte del Juicio de la Sub Zona 14, que había sido una víctima de los uniformados, la militante Raquel Barabaschi lo señaló como uno de los entregadores civiles con que contaban los militares.

En el año 2015, un par de fiscales de Bahía Blanca que investigaban asesinatos por parte de un grupo de tareas de la Alianza Anticomunista Argentina, liderado por el sindicalista Rodolfo Ponce, volvieron a poner el nombre del Padrino en el tapete. “Las ramificaciones de esta política de persecución se extendieron hasta la Provincia de La Pampa. En efecto, el 13 de enero de 1975 llegaron a General Pico, apoyados por Carlos Aragonés -entonces diputado nacional-, personas de Bahía Blanca que se conducían en patota y armados, manifestando que eran la ‘intervención’ a la Facultad local de la UTN”, indicó la imputación. Según el diario La Arena, la patota desalojó las instalaciones universitarias “en presencia del diputado nacional Carlos Aragonés, quien se encargó en todo momento de señalar a los estudiantes como ‘zurdos’, ‘trapos rojos’ y ‘subversivos’, afirmando que demostraría que pertenecían a la cuarta internacional”, indicaron los fiscales”.

La relación entre los Aragonés y Cambiemos no es nueva. Ya en los primeros meses de este año, algunos seguidores de Macri comentaban en voz baja que para estas elecciones tendrían una sorpresa para mostrar, y justo ahora habrían considerado que era el momento de blanquear el noviazgo. La estrategia incluiría el intento de apropiación de algún selló gremial, probablemente las “62 Organizaciones”.

Sorprendidos o no, algunos parecen haber olvidado que Carlos Aragonés renunció a su afiliación al peronismo hace cuatro años, al igual que su hijo Raúl.

Será por eso que la foto con Mac Allister y Maquieyra no sorprendió a casi nadie, y decidieron restarle importancia los referentes de las distintas líneas consultados.

En la misma línea, y a pesar de haber renunciado a su condición de peronista, Raúl Aragonés parece decidido a seguir cobrando regalías por su antigua pertenencia y cambió el fin de semana su foto de portada en la red social Facebook. Puso un contundente cartel que, colores macristas mediante, rezaba “El peronismo en cambiemos”.

Una de las afiladas lenguas justicialistas resumió en pocas palabras el pensamiento de la mayoría de los que “mantienen los pies dentro del plato”, sobre la adquisición que hizo Cambiemos en La Pampa para “el mejor equipo de los últimos 50 años”: “¿Se fue Aragonés al macrismo? Y bueno, pasó de buchón a oligarca”.