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10 días sin arreglar un caño: Altolaguirre culpa a una asamblea de trabajadores y 5 funcionarios

Luego de cerca de diez días de una importante pérdida de agua potable en la esquina de Pilcomayo y Raúl B. Díaz, frente al hospital Lucio Molas, el municipio santarroseño emitió un comunicado de prensa justificando la demora en subsanar el problema por una asamblea gremial que se realizó esta mañana, y de la que también participaron funcionarios de la comuna, a pesar de que no lo informó la gacetilla en cuestión. Con los trabajadores de DAGSA estaban al menos 5 altos funcionarios del gabinete del intendente Leandro Altolaguirre.

Los vecinos del norte de la ciudad sufren los inconvenientes del derroche del líquido elemento, incluso el peligro que significa ese gran despliegue de agua con las heladas de esta última semana.

La gestión del intendente Leandro Altolaguirre optó –una vez más- por intentar enfrentar a los empleados con la población santarroseña, al culpar a los trabajadores que estaban llevando adelante una asamblea, reclamando un convenio por las tareas de riesgo que desarrollan en ese sector.

En su afán por deslindar responsabilidades, Altolaguirre no se percató que en la asamblea también había cinco altos funcionarios de su gabinete: el secretario de Gobierno, Román Molín, el de Obras Públicas, Pablo de Dios Herrero, de Asuntos Vecinales, Fernando Pina, de Recursos Humanos, Juan Wigel y Juan Redondo por DAGSA. Por lo tanto bien podría haber atribuido la demora en reparar el caño a que sus funcionarios estaban de asamblea.

El parte de prensa municipal explicó que el arreglo de las pérdidas que llevan diez días “estaban previstas para esta mañana, pero los empleados de DAGSA se encuentran desarrollando medidas gremiales”. La comunicación agrega que en virtud a la asamblea, de la que también participaron funcionarios del área, encabezados por Pablo de Dios Herrero, secretario de Obras Públicas, “en ese contexto, se informa que el inconveniente está generando una merma en las presiones del servicio de agua potable de distintos sectores de la ciudad, que se espera poder comenzar a restaurar a su normal funcionamiento, apenas se resuelva el conflicto con los operarios de DAGSA”.

Al parecer la práctica de responsabilizar al gobierno provincial, a los empleados, al periodismo, a los ciudadano y a varios etcéteras, le rinde sus réditos a las autoridades municipales, con tal de no asumir la propia imprevisión.

 

Foto: Twitter del periodista Gastón Borasio