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No se dobla

El radicalismo sigue mostrando una movilidad interna como hace mucho no lo hacía.

A las claras diferencias marcadas entre los promotores de profundizar la alianza con el PRO en Cambiemos y los que decididamente quieren plantear una divorcio, al menos para las elecciones del año entrante, ahora se suma la aparición de una nueva línea interna.

La cabeza visible de la escisión es el diputado nacional –próximo a cumplir mandato- Daniel Kroneberger. Al parecer el ex intendente de Colonia Barón habría llegado a un punto de no retorno en su relación con el senador Juan Carlos Marino, en la Cámara Alta desde 2003.

El otrora dúo de intendentes que fuera el principal motor de la gestación de la actual Línea Blanca ya hace un par de años que vienen con diferencias, pero siempre llegaron a un punto de negociación y continuó la alianza de fuerzas, pero esta vez parece que no hubo posibilidad de acordar la continuidad del trabajo conjunto.

Según varias versiones, habría un fuerte cuestionamiento a la forma personalista de conducción del espacio por parte de Marino y eso habría motivado que Kroneberger, junto a algunos diputados provinciales e intendentes, decidieran armar un espacio propio.