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La Selección fuera de Rusia 2018: una verdad a medias

Por Bruno Cazenave.

Desde la tarde de ayer y luego de la sanción a Bolivia que le suma puntos a Chile desplazando a Argentina, estamos atravesados por una verdad a medias que el periodismo sensacionalista repite a modo de coro: “Estamos afuera de Rusia 2018”. Algo que no debiera preocuparnos a 8 fechas del final salvo por el pésimo nivel de juego que expone nuestro combinado. Es en ese punto en donde estamos fuera del Mundial: en el juego.

Tanta paranoia tiene sustento o debería tenerlo, en el preocupante nivel de juego y en la anarquía que hoy gobierna el fútbol argentino a pesar de la “Comisión normalizadora”. Ello conforma un combo que hace de esta situación un karma aun cuando no lo es. Es tan confuso el presente que a partir de estos dislates, no cuesta avizorar el futuro.

Hace un tiempo, escribíamos “El fútbol argentino siempre puede estar peor”, y hoy duele volver a escribir lo mismo sin que el fondo se vislumbre. Ante ello, lo que sí preocupa es el nivel de juego y la falta de reacción del DT habiendo pasado ya 4 partidos en la selección.

“Locura es hacer lo mismo esperando distintos resultados”, decía Einsten y Bauza parece no tenerlo en cuenta. El partido con Brasil presenta dos aristas: er el más difícil de esta serie y a la vez el que más Argentina necesita ganar. Para ello el DT volvió a confiar en los jugadores que no vienen rindiendo en los últimos partidos y para  algunos de los cuales hemos reclamado un fin de ciclo con todos los honores por lo que han dado.

Queda una esperanza, se llama Lionel Messi. En él está la única carta que puede cambiar la mano. Habrá que ver sí ese equipo desorientado que se paseó por la cancha frente a Venezuela, Perú y Paraguay puede, sumando al astro, reencontrarse a sí mismo a partir de rendimientos individuales y demostrarle al pueblo futbolero argentino que todavía se puede confiar en ellos.

Mientras tanto, el arco mediático nos sigue bombardeando con una verdad a medias: “Estamos fuera del Mundial”, aunque como dijimos párrafo arriba, lo estamos desde el juego.