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El Estudio Molín de los dos lados del mostrador en el conflicto municipal

A los rumores de renuncias en el gabinete de Leandro Altolaguirre se sumó un nuevo ingrediente a la situación que –a esta altura- amenaza con ser escandalosa.

Se supo, y también se confirmó, que el estudio jurídico que encabeza el secretario de Gobierno, Román Molín, en el conflicto que tiene actualmente el municipio con los trabajadores, está de los dos lados del mostrador. Mientras que Molín ocupa un alto cargo en el gabinete municipal, uno de los abogados socios del estudio, Nicolás Cassullo, es apoderado legal y partícipe en las mesas paritarias representando al Sindicato de Obreros y Empleados Municipales.

En la edición del diario La Arena del día 4 de julio pasado se consigna claramente que en la tercera reunión paritaria municipal “En representación del Estado municipal, asistieron el viceintendente Jorge Domínguez; el secretario de Gobierno y Seguridad, Román Molín; el director de Recursos Humanos, Juan Armando Weigel; el director de Asuntos Jurídicos, Claudio Pérez Laprida; y el asesor del Concejo Deliberante, Santiago Torroba.

En representación de los empleados municipales asistieron Jorge Suárez, Claudio Velázquez, Anahí Vivas y José Aníbal Rodríguez (por UPCN); María Florencia Pumilla y Luciano González Cabiatti (por ATE); y Gustavo Montiel, Lucas Díaz y Nicolás Cassullo (por SOEM)”.

Por si el artículo de La Arena, y los otros medios que publicaron sobre la reunión, no fuera suficiente, basta con ingresar a la página web del  Estudio Molín, para comprobar que los socios de la empresa jurídica son, además de Román Molín, Marcelo Juan Molín, Nicolás Alberto Casullo y Valeria Inés Mereu.

En la “historia” del Estudio se explica que  “Desde el año 2008 se incorporó al estudio Nicolás Alberto CASSULLO, recibido en la Universidad Nacional de Córdoba, aportando nuevas visiones del derecho y la profesión, como así trabajando específicamente en materia laboral y sindical”. Evidentemente la visión es tan nueva que permite estar del lado de la patronal y de los trabajadores al mismo tiempo.

En los pasillos judiciales juran que hasta el sello de agua que acompaña a los escritos del SOEM, pertenecen a Molín.

Difícilmente las autoridades del SOEM, que encabeza Gustavo Montiel, desconozcan esta irregular situación. Lo interesante sería saber si los trabajadores municipales están al tanto y cuál es el grado de confianza que les genera ser representados por los mismos abogados que sus jefes.